En arqueología uno nunca sabe lo que va a encontrar. Nuestro caso no es distinto y la excavación de la zona media de los dos grandes patios en Henenu (TT 313) e Ipi (TT 315) parece que va a deparar grandes sorpresas. En el día de hoy Kelly y Lisa han continuado con la excavación de las cuadrículas abiertas hasta ahora en el complejo de Henenu. Mientras una de ellas, la situada más al oeste, ofrecía materiales muy interesantes y permite soñar con encontrar alguna estructura subsidiaria significativa, la que se encuentra más al este nos mostraba su lado amargo con la presencia de una trinchera usada para la instalación del sistema eléctrico de la necrópolis. Esperemos que bajo estos restos de hace unos años surjan nuevos elementos que nos sirvan para entender el complejo a niveles de nuestro interés, es decir, pertenecientes al Reino Medio y a reutilizaciones posteriores, principalmente entre finales del Reino Medio y época grecorromana). En cuanto al trabajo en la tumba de Ipi, Mohamed ha estado controlando la excavación de una zona con restos de piedra que podrían pertenecer a algún muro posterior al Reino Medio. En los próximos días veremos si es posible identificar el contexto de reutilización (hogar, enterramiento, saqueo) que hemos encontrado en esta cuadrícula de la zona media del patio.
El trabajo está siendo realmente duro estos días, con jornadas maratonianas que se extienden desde las 6:00 de la mañana hasta las 4:30 de la tarde, con una comida breve en el propio yacimiento y todos centrados en el trabajo de estudio dentro de la tumba o las jaimas desde el mediodía en adelante. Como es natural, las altas temperaturas de esas horas afectan bastante, sobre todo a los trabajadores locales que realizan un esfuerzo físico importante y no deben excederse con trabajos a esas horas tan peligrosas. Las sesiones de trabajo después de la comida consisten, por lo tanto, en estudio de laboratorio, análisis de piezas y objetos, organización de materiales, fotografía, dibujo, etc.
En las tardes, por lo tanto, estamos avanzando sobre todo en el análisis de los hallazgos arqueológicos y su estudio. Kei y Hazem trabajan contrarreloj en el estudio y dibujo de las jarras del depósito de momificación; Dina continúa con la colación de los textos del sarcófago de Ipi, asistiendo a otros compañeros y preparando otros trabajos de epigrafía como el estudio de un par de sellos, probablemente del Reino Medio, que han aparecido en los últimos dos días; Rawda se ha centrado en seguir limpiando el sarcófago mientras Patri continúa preparando material fotográfico. Sebastian, que estaba asistiendo a Mohamed en la excavación de las cuadrículas en Ipi, se prepara para iniciar el estudio del nuevo sector en la zona este. Este sector parece prometedor, al ser una parte de la necrópolis que Winlock tuvo que dejar al tener que centrarse en otras zonas de Deir el-Bahari.
En nuestros headquarters del Marsam la actividad también es importante en las tardes y noches. Tener a un equipo científico de 34 personas en dos salas contiguas con ordenadores, apuntes, notas, discos, discusiones científicas, trabajo técnico y otras tareas impone, pero afortunadamente el hostal Marsam piensa en las misiones arqueológicas y dispone de un gran espacio para ello. En “nuestra casa” todos colaboramos para sacar adelante un día más la excavación y el estudio de los hallazgos e información obtenida. A estas alturas aún faltan varios miembros por integrarse en el equipo o empezar el trabajo diario, pero esperamos que en un día o dos se resuelva definitivamente la cuestión de los permisos de algunos miembros en concreto y puedan empezar su trabajo enseguida.