El Reino Medio

El esplendor del Reino Medio comenzó con el monarca Sehetepibre Amenemhat I (1985-1956 a. C.), quien parece haberse convertido en rey debido a la falta de un heredero varón que sucediera a Mentuhotep IV. Amenemhat habría acumulado varios puestos importantes, entre ellos, el oficio de visir. Era hijo de Senwosret y Nefret, un hombre y una mujer ajenos a la familia real. Según la Profecía de Neferty, Egipto estaba envuelto en el caos y Amenemhat I fue presentado como un rey que podía resolver los problemas del país, una vez más, enfatizando el poder de la realeza. Bajo su reinado se desarrollaron campañas militares en el Cercano Oriente, pero uno de los cambios más importantes fue el traslado de la capital, desde Tebas a Itj-tawy, un lugar ubicado en algún lugar de la región de Fayum, probablemente cerca de la necrópolis de Lisht. Amenemhat comenzó una serie de modificaciones también para promover el culto al gobernante y echar la mirada atrás hacia el Reino Antiguo en busca de modelos; de manera similar, la fundación de Itj-tawy fue estratégicamente apropiada para controlar las incursiones asiáticas. Durante su reinado, estos cambios resultaron en un aumento del nivel de vida. De hecho, Amenemhat empleó las armadas “feudales” contra asiáticos en la región del Delta. Ordenó la construcción de una fortaleza conocida como los “Muros del Gobernante” y, de manera muy similar, la construcción de otras fortalezas diversas en Nubia (Semna y Quban). También fortaleció la conquista y colonización de Nubia para la obtención de materias primas, especialmente oro.

Las expediciones a Nubia continuaron bajo el rey Kheperkara Senwosret I (1956-1911 a. C.), lo que resultó en la extensión de las fronteras egipcias hasta la frontera sur de Buhen, donde se estableció una estela de la victoria y se construyó un fuerte para transformar la Baja Nubia en una provincia de Egipto. Bajo este reinado, tales campañas militares y exploratorias derivaron en la explotación de la Alta Nubia (Kush) debido a su oro. Otros materiales como la amatista, la turquesa y el cobre se utilizaron para joyería y escultura. Egipto también intercambió bienes con Siria como cedro y marfil. Se construyeron numerosos monumentos desde la Baja Nubia hasta Heliópolis y Tanis, pero sin duda la fundación del Ipet-swt en Tebas, con el santuario de corteza de alabastro para celebrar el festival Sed, fue una de sus principales contribuciones. Dentro de su programa de construcción, Senwosret I promovió muchos sitios de culto en todo el territorio egipcio. Remodeló el templo de Osiris-Khentimentiu en Abydos y construyó estelas conmemorativas y pequeños santuarios. Como resultado de ello, las prácticas y creencias de Osiris volvieron a florecer en Egipto.

El hijo de Senwosret I, Nubkaure Amenemhat II (1911-1877 a. C.) continuó la política de su padre de comerciar con los asiáticos, haciendo varias donaciones a los templos, pero los Anales Reales de Amenemhat II se refieren a un contacto bélico con estos pueblos. De hecho, se menciona a los Aamu como prisioneros de guerra cautivos. Amenemhat II concibió su proyecto de entierro en Dahshur, “la pirámide blanca”, en la que fueron enterradas sus hijas. Los siguientes reinados de Senwosret II (1877-1870 a. C.) y Senwosret III (1870-1831 a. C.) fueron prolíficos en términos de prosperidad. Bajo Senwosret II, se estableció un sistema de riego completamente nuevo en el Faiyum y, aparentemente, no hay registro de campañas militares durante su reinado. En cambio, bajo Senwosret III, Manetón y Heródoto describen violentas campañas militares en Nubia. De hecho, este rey habría emprendido al menos una campaña militar en Palestina. Fue bajo Nimaatre Amenemhat III (1871-1786 a. C.) cuando el Reino Medio alcanzó su apogeo cultural. Comenzó numerosas construcciones monumentales en Nubia (fortalezas en Semna) y también construyó edificios religiosos en Biahmu (Faiyum), un gran templo de Sobek en Crocodilópolis (Kiman Faras) y expandió el templo de Ptah en Memphis. Numerosas inscripciones atestiguan las actividades mineras de sus funcionarios en el Sinaí, Wadi Hammamat, Tura, Asuán y varios sitios de Nubia. Comenzó un complejo piramidal en Dahshur y finalmente fue enterrado en Hawara.

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Acerca de los últimos gobernantes de la XII Dinastía, el rey Amenemhat IV (1786-1777 a. C.) y la reina Sobekkarre Sobekneferu (su esposa o hermana; 1777-1773 a. C.) se sabe muy poco porque solo algunos de sus monumentos se han conservado; tal vez continuaron el programa de construcción de su predecesor en Faiyum (como en el caso de Medinet Maadi, con un santuario dedicado a la diosa Renenutet). En la dinastía XIII se sucedieron una serie de gobernantes que continuaron la política de los reyes de la XII. Así se sucedieron diversos reyes de linajes diferentes: Wegaf, Sobekhotep II, Iykhernefert Neferhotep, Ameny-Intef-Amenemhat, Hor, Khendjer, Sobekhotep III, Neferhotep I, Sahator, Sobekhotep IV, Sobekhotep V y Ay-Merneferre. Esta dinastía mantuvo la capital en Itj-tawy y su final llegaría, en parte, con las revueltas en Nubia.

Cambios sociopolíticos, religiosos y culturales durante el Reino Medio

Durante el Reino Medio, tanto la burocracia como la corona estaban respaldadas por impuestos. El sistema fiscal se basaba en la evaluación de los rendimientos de las tierras y se pagaba en especie. Asimismo, existía un sistema laboral obligatorio por el cual hombres y mujeres debían realizar tareas físicas; tal sistema se organizó a través de oficiales de la ciudad. De hecho, los títulos de los oficiales del Reino Medio eran los mismos que los de los funcionarios del Reino Antiguo, pero con algunos puestos adicionales. Una de las características del período fue el perfeccionamiento de los deberes y funciones más específicas de los funcionarios expresados a través de estos títulos. Una excepción es el título de “portador del sello real” que incluía un espectro más amplio de funciones de supervisión. Otro cambio político fue que el gobierno central fuse más omnipresente en las áreas regionales que durante el Reino Antiguo; había más control sobre los individuos y sus obligaciones, y uno de los principales objetivos del rey era luchar contra la independencia de los nomarcas, minimizando su influencia.

Otra manifestación del Reino Medio que es un buen ejemplo del desarrollo cultural y político y arroja luz sobre la naturaleza y función de la realeza es la literatura. Las Enseñanzas de Merykare, La Enseñanza de Amenemhat I o los Himnos a Senwosret III junto con registros privados y el Papiro Bulaq 18 de la XIII dinastía, que da una idea de la jerarquía social en la familia real, son algunos de esos ejemplos.

Finalmente, los cambios en las creencias y prácticas religiosas en contextos funerarios, templarios y domésticos son otro ámbito que experimentó modificaciones e innovaciones durante el Reino Medio, manifestadas en múltiples formas de arte (arquitectura funeraria, escultura, pintura, joyería…). Algunas de ellas tenían que ver con el énfasis en las creencias osirianas que alcanzaron su clímax bajo Senwosret III; se cree que este culto a Osiris habría implicado la llamada y debatida “democratización del más allá”, la extensión de los privilegios funerarios a la gente corriente. De manera similar, otro desarrollo religioso fue la idea de que todo individuo tiene un ba. Estos cambios fueron acompañados por la expresión física de las creencias religiosas manifestadas en la arquitectura funeraria como los ambulatorios en terrazas de Mentuhotep II en Deir el-Bahari o las galerías de Senwosret II en su pirámide en Lahún. Además, durante el apogeo del Reino Medio, la momificación se convirtió en una práctica generalizada y otras prácticas funerarias introducidas en este período se ejemplifican en el uso de ushabti, junto con otros ejemplos de la cultura material, como las “muñecas-remo” o paddle dolls, las varas mágicas o de nacimiento y las llamadas soul-houses o “casas del espíritu”.

En este contexto, el Middle Kingdom Theban Project (MKTP) incluye entre sus principales objetivos el estudio y documentación de las tumbas de los oficiales del Reino Medio, la reconstrucción de las creencias funerarias y los cambios en el arte y la iconografía, la investigación del paisaje tebano y el análisis de las interacciones entre este paisaje y las tumbas junto con el estudio de sus particularidades. En resumen, el proyecto pretende abordar la importancia del Reino Medio dentro de la historia del antiguo Egipto. Del mismo modo, los intereses de investigación del proyecto también se centran en analizar los restos arqueológicos y en buscar las fuentes epigráficas para recrear la identidad de los oficiales de la época y el lugar donde fueron enterrados, así como rastrear aspectos de la vida cotidiana en el paisaje urbano.