La arqueología funciona de forma curiosa. Puede que durante todo el día la actividad sea tranquila y no se produzcan hallazgos interesantes, pero todo puede cambiar en los últimos minutos del día. Eso es lo que ha pasado hoy.

La actividad en Ipi transcurrió sin grandes problemas durante el día, pero al final de la mañana el trabajo se desbordó. Primero, Mohamed encontró lo que parecía un pequeño objeto envuelto en textil y atado con cuerdas. Después de que Patri lo fotografiara, Ella se encargó de desenvolverlo con cautela. El objeto parece ser una mecha, pero no hay una conclusión definitiva y está pendiente de estudio.

Pocos minutos después, uno de nuestros mejores trabajadores, Abd El-Rahim, encontró unos fragmentos de papiro escrito en hierático. Mohamed se encargó de recogerlos y Antonio realizó un primer análisis. El equipo de restauración inmediatamente comenzó a considerar la mejor forma de conservar los fragmentos. Algunos están doblados por lo que no sabemos si hay más texto escrito. Tendremos que esperar hasta el sábado para que el equipo de restauración establezca una metodología apropiada para su tratamiento y podamos tener una respuesta.

En Henenu, David e Iria han seguido excavando y documentando el pozo que abrieron el día anterior. Por su parte, Carlos y Sika han empezado a trabajar con fragmentos procedentes de las paredes de la tumba.

En el Sector Este, Jose y Carmen acabaron de limpiar por completo el corredor de la tumba. Desgraciadamente no está saliendo mucho material antiguo, aunque curiosamente hemos encontrado algunas falsificaciones de mediados del siglo XX, como una cabeza de shabti o un escarabeo.

Los jueves por la tarde empieza nuestro «fin de semana» así que algunos miembros del equipo descansaron un poco viendo la televisión. Sin embargo, Jose no pudo unirse, pues tuvo que dar su clase del programa de FSE de la Universidad de Alcalá. Eso sí, mañana hemos organizado un plan muy diferente…
