Hoy ha sido una mañana especialmente fría en el yacimiento. No en vano, estamos a 18 de diciembre y las altas temperaturas hace ya semanas que se fueron. Pero nada mejor para entrar en calor que subir la montaña de Deir el-Bahari y un buen té de Naggar.

En la tumba de Henenu hoy se han acabado los trabajos arqueológicos. David, Iria y Nisha han terminado de excavar las últimas cuadrículas. Cerca del muro este han aparecido fragmentos de cartonaje, adobes, cerámicas y textiles, por lo que es una zona a tener en cuenta para la próxima campaña.

Debido a la cantidad de trabajo que hay en la E1, Carmen se ha desplazado definitivamente allí para los últimos días de campaña. El trabajo se está centrando en extraer la arena y las grandes piedras que colapsan el corredor descendente. Carmen se está encargando de registrar los materiales que se van extrayendo. Mientras, Raúl trabaja con la estación total y Sergio va dirigiendo la excavación.

En Ipi, terminada la documentación, el trabajo se centra ahora en ordenar el almacén localizado en el interior de la tumba. Bea está organizando los hallazgos de este año por tipo de material y contexto, colocándolos en cajas en las enormes estanterías que ocupan parte del pasillo de la tumba. Por su parte, Enrique y Manuel han estudiado la momia que apareció ayer en la E1 y han seguido con los restos óseos encontrados en el patio de Ipi.

El equipo de conservación ha terminado con el inventario de objetos especiales de la tumba de Henenu y continúa con el de Ipi. Esto les permite, sobre todo, planificar los tratamientos necesarios para la próxima temporada. Debido a que muchos de estos objetos son frágiles, también están construyendo cajas para almacenarlos y protegerlos hasta que puedan ser tratados en la próxima campaña.
Tras el desayuno, Ella y Rawda volvieron a Dagi para almacenar los fragmentos de pared en cajas y para instalar un registrador de datos, que mide la temperatura y la humedad en la tumba. Esto les ayudará a entender las condiciones de la misma y como estas pueden afectar a las pinturas murales.
La actividad en el Marsam sigue como en los últimos días, trabajando para acabar con los informes que deben entregarse el próximo día 21 de diciembre. Eso sí, se nota que ya llegamos al final y hay un halo de temprana añoranza que rodea al equipo, sabiendo que estos son nuestros últimos días juntos.