Este era el último viernes de Jose con nosotros antes de su partida a Aswan. Es por eso que se nos ocurrió la idea de hacer un plan algo diferente y montarnos en uno de los globos aerostáticos que surcan Luxor cada mañana.
Jose, Jaume, David, Reed, Carmen, Iria y Bea se despertaron incluso más temprano que de costumbre para poder disfrutar de las montañas tebanas desde el cielo. Sin embargo, el viento que se había levantado la noche anterior no auguraba nada bueno.
Los encargados del globo avisaron que era posible que el viaje no pudiera realizarse si el viento no aminoraba. El equipo estuvo esperando más de dos horas pero la situación solo empeoró. El viento soplaba con más fuerza por lo que el plan tuvo que cancelarse.
Ante este contratiempo todos buscaron una alternativa. Mohamed había recibido la visita de algunos de sus alumnos, que están comenzando a estudiar Egiptología. Así que, ¿qué mejor lugar para aprender que Deir el-Medina?

Carlos y Ella también se sumaron a este plan y todos fueron a visitar uno de los yacimientos más importantes del antiguo Egipto. Visitaron las tumbas de Sennedjem, Pashedu, Ankher y Nakhtamun donde Carlos dio varias explicaciones sobre la epigrafía y el mundo funerario. Iria explicó la historia del yacimiento y algunas de las estructuras domésticas más importantes. La visita acabó en el templo de Hathor y el gran pozo donde cientos de ostraca se descubrieron.
Luego, Reed, Bea, Mohamed y sus estudiantes visitaron el Ramesseum. Tuvieron la suerte de que era la hora de la comida y apenas había turistas, por lo que disfrutaron del templo en su máximo esplendor.
El día acabó con casi todo el equipo jugando a las cartas. Eso sí, el viento soplaba tan fuerte que todos tuvimos que cenar dentro del Marsam. Esperemos que mañana el viento nos permita trabajar sin muchos problemas.